En el famoso videojuego Angry Birds, los pájaros víctimas de los robos de huevos desatan su ira y se convierten en auténticas bombas para vengarse de los ladrones, los cerdos. Los distintos niveles de dificultad del juego van complicando las cosas, como saben muy bien los millones de usuarios.
Los pájaros de verdad no tienen estos poderes, pero gracias al libro de National Geographic "Angry Birds: 50 True Stories of the Fed Up, Feathered, and Furious" sabemos que recurren a varios métodos para dar rienda suelta a su furia. Desde los sinsontes que se lanzan en picado hacia los intrusos hasta los campaneros que rodean sus nidos con orugas venenosas, pasando por las fragatas que les roban el alimento a otras aves, los tipos de agresión aviar parecen interminables. Y eso sin hablar de las crías de fulmar, que pueden lanzar un vómito fétido a sus atacantes.
El saludo del gorrión
No pensemos, sin embargo, que los pájaros tienen que ser grandes y fuertes para defenderse con rabia. Los gorriones, esos pequeños y tímidos pajaritos que suelen esconderse entre la maleza, se convierten en minibestias cuando se acerca la época de cría.
El llamado gorrión pantanero, que habita en pantanos y marismas del este de Norteamérica, hace un gesto extraño parecido a un saludo. Levanta y agita un ala primero y otra después, como si se despidiera de un amigo o quisiera ventilarse las axilas.
Un equipo de científicos, con la especialista en comunicación animal de la Universidad de Duke Rindy Anderson a la cabeza, decidió estudiar el saludo de este pájaro. «En primer lugar, queríamos saber si se trata de una forma de comunicación», señala Anderson, «y, de ser el caso, qué información quieren transmitir. Nuestra primera teoría es que ese gesto, que normalmente va acompañado de distintos sonidos, corresponde a un comportamiento agresivo entre machos».
Por decirlo llanamente, esa especie de saludo podría ser una forma de decir «Ven aquí si te atreves, tío».
Reacciones ante el pájaro-robot
Muchas especies de ave cantan para reivindicar su territorio, pero es muy difícil probar si el gesto de saludo del gorrión pantanero forma realmente parte de su técnica de defensa. Como recoge la revista Behavioral Ecology and Sociobiology, Anderson y su equipo idearon un sistema muy curioso: introdujeron un pequeñísimo mecanismo en un gorrión pantanero disecado para que éste pudiera imitar el movimiento de saludo, y lo pusieron en zonas habitadas por esta especie. El equipo, mientras se emitía un sonido grabado, observó las respuestas de los pájaros ante el pájaro-robot cuando éste se mantenía quieto, giraba de un lado a otro, o saludaba.
«Descubrimos que los pájaros se mostraban bastante más agresivos ante el saludo del robot que en los otros dos casos», afirma Anderson. «Es probable que el gesto señale intenciones agresivas, algo así como ‘Aquí estoy, listo para luchar’. Los otros pájaros tienen entonces que decidir qué hacer».
Valientes y cobardes
Anderson descubrió que la agresividad con la que los pájaros se enfrentaban y atacaban al robot variaba: «Había valientes y cobardes, y todos los puntos medios». Sí le sorprendió, en cambio, que el saludo de cada pájaro ante el extraño no cambiaba, cada uno agitaba sus alas un determinado número de veces que se mantenía constante independientemente del comportamiento del robot.
«Los pájaros se mantuvieron constantes en su comportamiento hiciera lo que hiciera el extraño». Como las peleas pueden causar heridos o incluso muertos, cada pájaro parece tener su propio nivel de intimidación con el movimiento del ala antes de atacar al rival. Cualquiera que sea la provocación, el valiente actúa con valentía, igual que el cobarde actúa como un cobarde.
Según Anderson, todavía tenemos mucho que aprender de estos gorriones. «El movimiento de las alas y el sonido que emiten suelen darse a la vez. Entonces, ¿señala lo mismo con ambos comportamientos o el movimiento de las alas hace referencia a algo diferente?».
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